domingo, 24 de octubre de 2010

¿POR QUÉ RECORDAR?

(Mural, Centro Clandestino de Detención "El Olimpo" ubicado en Lacarra y Olivera, CABA, Argentina)

¿Por qué recordamos? ¿Por qué seguimos recordando y reclamando Juicio y Castigo a los culpables de nuestro genocidio a 25 años?

¿Qué es la memoria?. Luis Bruñuel, en "Mi último suspiro" nos cuenta que: "hay que haber comenzado a perder la memoria, auque sólo sea a retazos para darse cuenta de que esta memoria es lo que constituye toda nuestra vida". Una vida sin memoria no sería vida, como una inteligencia sin posibilidad de expresarse no sería inteligencia. Nuestra memoria es nuestra coherencia, nuestra acción, nuestro sentimiento. Sin ella no somos nada...

Ayer, en el colectivo, me resultó inevitable escuchar una charla entre dos profesores (espero que no de historia). Uno de los dos se quejaba porque sus alumnos, al parecer muy jóvenes, levantaban "una bandera ya pasada de época".

Entonces traté de recordar qué nos habían enseñado acerca de lo bueno y de lo malo de la memoria y qué estabamos enseñando como adultos a nuestros hijos, alumnos, etc.
Y recordé.
Cuando yo era chica, y corrían ( o pisaban fuerte) los setenta, se estudiaba de
memoria. El recorte que se hacía de la historia era muy pequeño, (como siempre, en realidad) bastante patético y había que recordarlo todo tal cual el manual, siempre inmutable, indiscutible.
La letra entraba con sangre, las poesías... los símbolos patrios. Era la época en que se privilegiaban los métodos conductistas de enseñanza-aprendizaje. Watson. Skinner. Recordar. Repetir sin casi pensar. Denunciar al compañero de banco. (Foucault ya nos analizaba en: Vigilar y Castigar, 1975).

Tuvimos treinta mil desaparecidos.

Después, en algún momento, recordar estuvo mal. No había que estudiar de memoria. Había que analizar hechos simultáneos, relacionar contextos, pensar en estructuras. Era el auge de un estructuralismo mal aprendido. Saussure, Levi Strauss, Lacan. Piaget. Muy difíciles. Y llegaron el Punto Final, La Obediencia debida, los Indultos.

Pasaron los 90. El fin de la historia. Fukuyama.El fin de las Ideologías. Llegamos al Posmodernismo. Baudrillard, Derridá. En el "Primer Mundo", quiebran las economías y con ellas todo un modelo social. Si debiéramos ubicarnos en una línea temporal de ideologías sociales, lo haríamos en el posmodernismo crítico. Giroux, Mc. Laren.
El cognitivismo conquistó las aulas y los consultorios de Psicología. Auque adoro a Lacan, algo bueno nos trajo esta escuela.

Nos viene a hablar de la memoria. De qué se trata. La memoria a corto plazo. La memoria a largo plazo, la memoria sensorial. Porque recordamos y como olvidamos. ."..Pero la memoria humana no solo sirve para representar y recordar lo aprendido, sino también para olvidar cuando deja ser útil o eficaz. El olvido tiene un alto valor adaptativo, ya que nos permite entre otras cosas, eludir el peso abrumador de nuestros recuerdos. " (Olvidar para aprender, Ruiz vargas, 1994)



Recordar a nuestros amigos olvidados, a nuestros padres, a nuestros abuelos. Recordar como elaboramos nuestras experiencias pasadas con ellos. Como a través de ellas construímos nuestras subjetividades e identidades.

En las escuelas volvimos a recordar. A recuperar algunas fechas y acontecimientos.
Volvieron los Juicios a las Juntas. Y auque muchos no lo sepan, después de más de veinticinco años, hay víctimas y testigos que recién ahora creen tener el valor suficiente y las garantías necesarias  para declarar. Los padres volvimos a hablar de la Noche de los Lápices. Algunos acompañamos a nuestros adolescentes a la marcha en su memoria. Les hablamos de nuestra infancia. De como fue crecer rodeados de hombres con bigotes, zapatos demasiado lustrados y maestras que imitaban el estilo. Muchos, al recuperar la historia de otra generación, se animaron a escribir las suyas, en las puertas de sus escuelas públicas.

Por eso, cuando la próxima vez que mis hijos me digan que no pueden recordar "tantas cosas de memoria", omitiré un tonto comentario cómplice y les enseñaré algo:
Que auque resulte doloroso, auque tengamos más razones para olvidar que para recordar, y aún si tuvieran que memorizar muchos conocimientos sin sentido, aprender a valorar la memoria, es un ejercicio que vale la pena.

2 comentarios:

  1. Buenisimo, Memoria. Si eso no hay identidad ni arraigo. Abrazo

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  2. hola soydeboedo...entro poco por acá y ahora veo tu comentario. Sí, de tener y fomentar la memoria se trata, y en estos días tan terribles, vale la pena acordarse porque hay "tanta" inmigración en Argentina. ¿Será porque son nuestra mano de obra barata y esclava?

    saludos!
    usuariosdelsur@yahoo.com.ar

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